Hola, que tal? Tantas cosas por escribir. Todas me quieren sacar un poquito de inspiración nocturna...
El ultimátum es que del sur me vine al norte. Y de la nieve me vine al invierno feo. Buenos Aires, Partido de La Costa, Mar de Ajó.
El 5 de junio tuve que partir de Ushuaia. No siento el frezco aire de ella hace más de un mes. Tampoco toco los labios de mi amor hace más de un mes.
Abandoné mi querido Polivalente y me anoté en un colegio con orientación a la música. Por los menos hay guitarras. Por los menos disfruté casi 5 años y me faltaron casi año y medio que viceversa.
Abandoné las amistades de mi joven adolescencia para venir a conocer otras y envejecer con ellos mi adolescencia. Y, deseo, que en Ushuaia quede mi energía joven en todos los recuerdos de la gente que disfrutó conmigo.
De lo aislado a todo lo cercano.
Del aire puro al olor a rancio, decaido, y desesperante invierno bonaerense.
Del verano lindo, seco, brilloso, verdoso al verano demasiado amarillento, que se opaca con la muchedumbre. Que pide descanso escandalizándose con chaparrones de una fuerte lluvia repentina.
Y asi es. De la costumbre al conocimiento.
Y lo describo así porque me aburro. Porque vivo pensando en "si estuviera en Ushuaia...". Porque me aburro. Porque extraño. Y quiero. Y me desespero. Porque quiero y no puedo. Porque extraño. Porque me aburro.