No sé si me gusta mucho esta letra para empezar a excavar ciertas emociones referidas a mi viejo que estan dormidas. Dormidas a propósito.
Capaz esta es más sencilla, más humilde y un poco más concreta. Directa y clara.
Bueno, la verdad de la milanesa es que hace rato vengo pensando sobre el duelo que hice y no hice de mi viejo. Mi padrastro.
Y el tema está en que no quiero llorar. O no quiero quizás lamentar una muerte que mucho tiempo deseé con el alma. Una muerte que celebré de cierta forma. Pero, tambien fue una muerte que me dolió y que me dolió más de lo que pude imaginar. Y no me dolió solamente, me dió bronca. Bronca quizá conmigo misma, bronca a la vida, bronca al orgullo que llevé dentro mío con esa persona por un buen tiempo y haberla dejado irse... sin poder despedirme. Sin poder decirle gracias pá. Sin poder tenerlo en frente y olvidarme de todas las forreadas que me pegó y reconocer sus buenos actos. Reconocer que lo quise mucho, que era mi papá y que me gustaban esas veces cuando queria hacerlo sentir bien y notaba que su rabia disminuía y debajo de esa piel de lobo había un canceriano que siempre quería un poquito de amor.
Viejo de mierda. Viejo de mierda fue siempre lo que pensé de vos. Viejo bruto, guaso, violento, asqueroso. Y tus chistes de mierda. Tu noticiero de mierda y por qué carajo no te gusta la música. Viejo estúpido, te odiaba. Por qué siempre teníamos que estar contrariados. Vos tan cuadrado y yo tan altanera. Por qué tenías que ser tan ignorante en algunas cosas y tan inteligente en otras. Por qué carajo nunca pude seguirte la corriente como viejo loco e infumable que eras y poder apreciar que eras bueno ahorrando, que eras bueno cocinando, que eras bueno haciendo pan casero. Disfrutar de las tardes de familia. Viejo, esa casa sin vos quedó sin espíritu. Como se nota tu ausencia. Y pensar que desee que te fueras de este mundo tantas veces.
Hoy por hoy me cuesta mucho querer elegir los buenos recuerdos con vos. Porque los malos me hicieron mierda. Porque me dejaste una autoestima por abajo del ojete. Me hiciste mierda muchas veces viejo forro. Y todas las putiadas que escribo te juro que no quisiera, pero las siento y las siento con dolor que es peor todavía !!!!!
Pero bueno, ya me estoy haciendo grande y la verdad que recordar cosas que me hacian mal hoy por hoy no tienen que valer la pena porque soy yo quien elige quién ser al fin y al cabo. Siempre en las batallas personales está uno mismo. Los recuerdos tristes son parte de la pudredumbre. Bueno, hay recuerdos y recuerdos, pero me refiero a esos que nos hacen mal y nos pegan pa' deteriorarnos.
Entonces me pongo a pensar... y pienso... me cuestan los recuerdos. Pero hay, el otro día sabes de qué me acordé???? De cuando me compraron mi primer bicicleta en incofue !!!!! podes creer? creo que tenía 5 años. Yo había aprendido a andar en la bici de Franquito, sin rueditas y fui y les conté entonces ustedes me fueron a comprar una. Me acuerdo de la secuencia cuando salimos con la bici. La estabas por poner en el baúl, pero antes de abrirlo tuviste que dejarla en la calle, digamos. Y yo que ya estaba arriba del auto, me bajé a controlarla: Te reiste. Tranquila, nadie se la va a llevar. Gracias viejo, porque te juro que ese día fui feliz. Y te juro que fui feliz andando en esa bicicleta todo el rato que me haya durado.
Bueno, se me vinieron unos recuerdos que me dan bronca. Me acuerdo de mi gata Morata que no la dejabas dormir adentro. Ella se cagaba de frío y vos tan sin sentimientos, YO NO PODÍA ENTENDER !!!!! COMO HACÍAS PARA QUE NO TE DE PENA SIENDO QUE AFUERA NEVABA Y ESTABA HORRIBLE DEL FRÍO !!!!! Ahogaste unos gatitos que tuvo enfrente mío, te acordas? capaz que no viejo sorete. Los hubieras matado en otro momento. Forro.
Me acuerdo de cuando fuimos a buscar al Fedeeeee que linnndo ese perrooooo como lo amaba !!!!!! lo amaba de verdad!
Bueno, en fin. No tengo muchas ganas de recordar porque de recuerdos caigo en otros y la verdad es que ya me da paja. Hoy pensaba, que qué loco que tenga recuerdos tan claves en mi cabeza. Como una niña sensible y maricona que he sido me he guardado momentos en la cabeza y, obvio, en el corazón. Patentes.
Hoy, 12 de julio decido retomar el texto después de unos meses... capaz que unos dos...
porque me venía acordando, de que cuando es mi cumpleaños, justo una semana después es el tuyo. El 10 el mío y el 17 el tuyo. Que ahora que lo pienso, nunca le dimos mucha importancia al tuyo... el comienzo de julio gritaba alegremente la noticia de mi cumpleaños... qué lindo. Me festejaban siempre los cumples. Se me viene a la mente cuando cumplí 15, que me habían prometido como siempre alguna boludes y al final no me la cumplieron... y que ese día me compraron una torta enorme pero como la conchuda de mi hermana estaba trabajando mi vieja quería esperarla: mientras en casa tenía amigas que a la tarde ya se iban. Qué giles que fueron algunas veces. Este es un claro ítem de no ser tan pelotuda como ustedes con Sofía. El protagonismo cuando uno es padre no debe ser cubierto al 100 por 100.
Bueno, en fin... mi idea de retomar este texto es ponerle un fin, una conclusión y si es posible una moraleja de amor.
Antes de empezar a volver a escribir esta entrada, releí lo que escribí esa vez. Esa noche, donde extrañarte me estaba inundando el cora y dejarme llevar fue una explosión de sentimientos. Bronca, nostalgia, rencor... cariño. Lo que me quedó resonando después de releer fue que hablaba de tu muerte, siendo sincera y acotando cuantas veces deseé con el alma que te mueras de una vez. Y es fuerte. Es fuerte poder decirlo con tanta sinceridad y poder reconocer que ese deseo fue parte de mi creación de tu ser. Qué tremendo, no? Pero es acá donde pienso y sigo sosteniendo que si, si lo deseé y es hoy, o mejor dicho en este preciso momento donde estoy escribiendo y pienso, que esa paz que buscaba creyendo que si te murieras la iba a encontrar, hoy está acá. Y me abraza. Me consuela... y me permite sanar.
Soy consciente y observo cada vez que pienso y hago estos tipos de autoinspección que la persona que tanto odie y amé con extrema intensidad fue en mi persona una imagen paterna. Y no es simple como eso, porque acá saben que entran tantos mambos en la mente humana como nudos que se arman por que sí en los auriculares.
Acá voy a contar en un simple recuadro, párrafo, ítem, parada, paréntesis, o como lo profesional lo desee llamar: de quien hablo en esta nota es de Claudio, mi padrastro. Mi papá biológico falleció un17de agosto creo, dos años después de que yo naciera. Mi papá biológico se murió. Mi papá, papá está muerto. Claudio también era mi papá, pero no mi papá de sangre.
Entonces, en este pequeño detalle creo que el hecho de que mi viejo se hubiera muerto siempre estuvo en mi inconsciente, no solo en el sentido del dolor, pena o angustia porque nisiquiera lo conocí o lo recuerdo como para haber experimentado un sentimiento de pérdida. Pero sí brotó en mi la necesidad de tenerlo (por ende la necesidad de idealizarlo... WOW) y la injusticia de saber que nunca en la vida, JAMÁS lo iba a conocer.
Siempre he sido una niña muy dependiente, exigente en cuanto al cariño y la atención, la necesidad de sentirme acobijada o apoyada.
Me recuerdo como una niña muy cobarde. Gordita, tímida, suuuper sensible.
Mi viejo, hombre 17 años mayor que mi mamá era un hombre bruto, gritón, determinante, dominante, quisquilloso, vulgar. Muchas veces violento... físicamente y emocionalmente. Jamás me tocó o me miró con otra intención. Jamás.
Entonces, la vida, el karma, nuestros ancestros, nuestros patrones psicologicos, biológicos, más los factores que flotan en todos los contextos de nuestras vidas, en el momento que mi vieja comienza a interactuar para luego concretar consecuencias se encuentra con Claudio y comienzan un amorio donde la violencia y la ignorancia predominaba.
Dos seres incapaces de pensar en que algo no estaba bien para ellos y así es como continuaron 18 años, lastimándose siempre pero teniendose un cariño in-entendible. Mi mamá diagnosticada con esquizofrenia desde que yo tengo recuerdo y él una fuerza violenta hacia la vida en su máxima potencia.
Entonces, así es como continuamos. Como si fueramos ese tipo de cosas que mecanicamente forma parte originalmente de un objeto pero como este "cosa" la perdimos o está, por el momento, inalcanzable para nosotros, la reemplazamos por otra "cosa" así apuramos el tramite y evitamos esforzarnos más de las ganas que tenemos en el momento (aplicable para todo lo que querais).
Presentes estas cartas sobre la mesa, volviendo al tema mi viejo y yo eramos dos "cosas" acomodadas en la circustancia de nuestras vidas donde yo exigía un ideal paterno y él daba lo que tenía en su corazón. Probablemente mucho dolor también. Busco la manera de entenderlo o excusarlo... no sé cuál de las dos opciones sería la correcta con total certeza porque simplemente trato de entender... y así apaciguar el dolor que me causó tantas injusticias vivídas.
Que sí, pedagógicamente muchas cosas fueron crueles, hechas desde la ignorancia pero muchas otras también dolieron porque mi corazoncito siempre fue insaciable y he sido muy rencorosa también.
Puedo decir finalmente y concluir sutilmente, adultamente... que fuimos lo que en la vida a veces pasa, como pasan tantas otras... pero eso es... todo pasa y ya pasó. Deseo que en paz descanses, que hayas podido ser perdonado por tanta culpa que estoy segura que te has llevado... que si estás en alguna parte de esta galaxia latente, que vivas ligero de tanta bronca, de tu enfermedad que pesó en tus pulmones y el dolor que marcó tu vida.
Te quiero mucho gordito pachón... te amo viejo. Así como te despido, así te voy a recordar. Gracias por tantas comidas ricasy tantos cumples festejados.
HASTA SIEMPRE PAPI